¿ Por qué casi no hay solicitudes de asilo en Gibraltar ?

Durante el 2018, más de 20.000 migrantes fueron interceptados cruzando el Estrecho de Gibraltar con destino a España, según datos proporcionados por el Ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska. Sin embargo, los migrantes llegados a Gibraltar en el mismo periodo no llega al centenar de personas.

  1. Una cuestión de estadística

Andalucía tiene 945 kms de costa, mientras Gibraltar dispone de 12 kilómetros, es decir, el 0,79% del total.

  1. Gibraltar no controla aguas territoriales propias

A diferencia de los Estados, Gibraltar no disfruta de soberanía sobre las 12 millas náuticas (22 kilómetros) que estableció la Convención de Nacionales Unidas sobre los derechos marítimos en 1982. En la actualidad, el Gobierno gibraltareños mantiene, en la práctica, el control de los accesos al puerto y, en teoría, un máximo de 3 millas (6 kilómetros), aunque el convenio de derecho del mar, establece las 12 millas náuticas, y es objeto de disputa las aguas territoriales, si las determinadas por el Tratado de Utrecht, 3 millas ( hasta donde llegaba un cañón ), o la posterior regulación, de los distintos convenios del mar En 2008, la Comisión Europea decidió que las aguas que rodean el Peñón se convirtieran en un área de conservación marina denominada Estrecho Oriental de cuya vigilancia se responsabilizaría España, aunque haya sido vulnerada repetidas veces por barcos de pesca españoles, y haya sido objeto de duras controversias con la Guardia Civil. Esto supone que las patrulleras de la Guardia Civil y los buques de la Armada se encargan de custodiar toda la zona por lo que las pateras y cayucos que transportan migrantes son, o deberían ser siempre interceptados por efectivos españoles.

  1. Complicada orografía gibraltareña

A diferencia de la costa que rodea el Peñón, Gibraltar tan solo cuenta en su costa oriental con  pequeñas playas, como la Catalan Bay, Eastern Beach, o Rossia Bay, aunque también se podría incluir el Europe point, con cierta presión policial, no tan intensa como el puerto, y sus malls, en las que poder hacer desembarcos de migrantes transportados en embarcaciones que, previamente, hayan podido superar el perímetro de vigilancia español, revisten, por su presión de vigilancia, cierto peligro, aunque no imposible.

En su vertiente occidental, el único punto posible en el que poder atracar es el propio puerto de Gibraltar, con una gran vigilancia. Por ello, las mafias responsables de transportar migrantes a Europa optan por desembarcar en otras poblaciones de la costa andaluza mucho más propicias que Gibraltar, y menos presión policial, aunque Gibraltar, no sería descartable, pero no se opta por ella, por motivos que más adelante analizaremos

  1. Difícil navegación

Si bien en todo el Estrecho de Gibraltar las condiciones de navegación son complicadas debido a las fuertes y cambiantes corrientes de marea, en la zona particular del Peñón estas se vuelven especialmente difíciles debido a la forma de embudo y a los macizos costeros que generar vientos muy fuertes. Por ello, se prefiere dirigirse hacia las playas de los Alemanes y de Zahara de los Atunes en la costa oriental gaditana, donde es posible desembarcar con menores complicaciones.

  1. La Convención de Dublín

Firmado en 2003 y modificado en 2008 y 2013, la Convención de Dublín es una ley de la Unión Europea para organizar los procesos de postulación de solicitantes de asilo de acuerdo a la Convención de Ginebra. Su objetivo es determinar qué Estado es responsable por cada solicitante y asegurar que, al menos un estado miembro, tramite la postulación. Es decir, los migrantes llegados a Gibraltar están obligados a solicitar su asilo en el Peñón pero no podrían salir del mismo, a no ser que fuera ir a otro territorio británico, ya que el Tratado de Schengen permite a los migrantes con el citado permiso residir o trabajar en la colonia o Gran Bretaña,  pero no a salir de estos territorios. En el caso de que decidieran abandonar Gibraltar con destino a otro Estado de la Unión Europea, que no fuera Gran Bretaña, correrían el riesgo de ser deportados a su país de origen o a ser devueltos al Peñón, o su lugar de origen en Gran Bretaña.

  1. La dura política migratoria de Gibraltar

La política migratoria desarrollada por las autoridades gibraltareñas es mucho más dura que la española. Cuando la Policía Real del Peñón detecta a algún migrante que intenta acceder ilegalmente a Gibraltar, este es detenido y encarcelado hasta su puesta a disposición ante los tribunales de la colonia que, por regla general, decretan su repatriación inmediata. Debido a la sobrecarga de trabajo de la justicia de Gibraltar, los migrantes pueden permanecer en prisión durante periodos que pueden superar los seis meses. En el caso español, los migrantes no son detenidos ni encarcelados sino derivados a los centros de internamiento de extranjeros (CIE). Según los datos proporcionados por el Ministerio del Interior, el 62% de los internados en los CIE no son deportados, y pueden vivir ilegalmente de la economía sumergida, cosa que tendrían prácticamente imposible en Gibraltar

   7- Una cuestión de lógica

Las costas de Gibraltar, sufren una constante vigilancia policial, bien por ser lugar de estancia de grandes cruceros y diferentes embarcaciones de todo tipo, así como su importancia estratégica y económica, que hace que este lugar, sea muy arriesgado para las mafias, y no les interesa, ni a ellas, ni a los propios gibraltareños por sus pocas posibilidades de éxito.

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