Hijo del químico Jakob Wilhem Koplowitz , y de Clara Sternberg, Ernst provenía de la Alta Silesia, un pequeño territorio situado hoy entre Polonia y la República Checa que entonces pertenecía a Alemania. Desde finales del siglo XIX se había convertido en la niña bonita de la economía imperial. Las minas de carbón atrajeron a una industria que vivió allí su máximo desarrollo.
Es en este contexto es donde el joven Ernst se hace ingeniero, y decide viajar por el mundo para aplicar las maravillas que ha visto en casa y escapar del clima prebélico que, además, amenaza a los judíos.
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