Las elecciones europeas se vivieron en Reino Unido como dos grandes batallas.
La primera para los votantes del Leave, quienes en el referéndum sobre la permanencia del país en la Unión Europea (U.E.) votaron por abandonarla y que se sienten defraudados porque aún no lo han hecho.
La segunda fue para quienes votaron por quedarse, los partidarios del Remain, que esperan que la decisión de dejar la UE pueda todavía revertirse, tal vez incluso mediante un segundo referendo.