La ‘vía eslovena’, conocida como ‘Guerra de los Diez Días’ o ‘guerra de independencia eslovena’, fue el dramático proceso vivido por el país centroeuropeo en 1991 para conseguir su independencia de la Yugoslavia comunista heredera de Tito, en pleno proceso de descomposición, y varios frentes abiertos, Croacia, Bosnia – Herzegovina, Kosovo … , y que se saldó con más de 60 muertes.
Tras una breve guerra de 10 días, y seis meses después, el pueblo esloveno celebró el 23 de diciembre de 1990 un referéndum con una participación del 93,2% y un resultado favorable a la secesión del 95%. Tras el proceso consultivo, las autoridades eslovenas dejaron en suspenso la independencia a la espera de llegar a algún tipo de acuerdo con Belgrado.
Al no producirse éste, Ljubliana declaró el 25 de junio de 1991 su independencia a la vez que desplegaba efectivos militares en la frontera para blindarse del Ejército Yugoslavo en acciones similares a la guerrilla.
El 7 de julio de ese año, mediante el acuerdo de Brioni, firmado bajo supervisión europea, Yugoslavia decretaba el cese de las hostilidades y Eslovenia entraba en un limbo de tres meses hasta que su independencia fue siendo reconocida por los demás países.
Pese a que desde el independentismo catalán ha intentado ver un paralelismo en lo ocurrido en Cataluña desde el otoño pasado con lo acaecido en Eslovenia, son varios los historiadores que han destacado que, entre otras muchas diferencias, en el proceso esloveno participó un 90% de la población frente a Cataluña en la que, tras varias citas electorales, el independentismo no ha llegado al 50%.
Varios informes realizados por la Guardia Civil apuntan a que el Govern presidido por Puigdemont preparó varios documentos en los que se cogen ideas de la ‘vía eslovena’, como por ejemplo crear nuevas estructuras económicas y guardar dinero en cuentas en el exterior, como hizo Eslovenia en Luxemburgo
La ‘vía eslovena’ está siendo investigada desde hace meses por la Guardia Civil, que ha realizado sus informes a partir de un documento sobre esta ‘vía’ incautado al exsecretario de Hacienda, Lluís Salvadó, en los registros de su casa y su despacho. Ese documento de la Generalitat se realizó tras un viaje de cuatro representantes del Ejecutivo catalán a Eslovenia los días 9 y 10 de enero de 2017.
En sus análisis, el Ejecutivo de Puigdemont destaca que a principios de 1992, Eslovenia fue reconocida como un Estado independiente por los Estados miembros de la Unión Europea y en mayo de 1992, sólo 8 meses después de declarar la independencia, se convirtió en miembro de la ONU. Mencionan, eso sí, que fue posible gracias a que Eslovenia obtuvo el respaldo de Alemania y del Vaticano para independizarse, con el reconocimiento internacional.
Pero en el informe del Govern se reconocen también las diferencias que hay entre este país de la antigua Yugoslavia y Cataluña: «Una primera diferencia capital con Cataluña es que Eslovenia se encontraba en una confederación que estaba colapsando. En el caso de Cataluña, España es un Estado mucho más poderoso. También la fuerza con la que el SÍ ganó el referéndum».
Así pues, comparando las situaciones de Eslovenia y Cataluña, con los datos en la mano, distan mucho de ser semejantes y paralelas, y, mientras que la situación eslovena, pareció ser creíble desde el primer momento, por una descomposición total del estado yugoslavo, la situación en España, es radicalmente diferente, y no se estima, que Cataluña, sea un “ Sáhara Occidental “, por la que no cabe luchar, y una independencia de la misma, no sería mal vista, dado su escaso valor en el conjunto del país, sino que se considera un núcleo duro, del país, totalmente irrenunciable.
Otra cosa, es que la clase política independentista, quiera luchar hasta el final, y que se retroalimente a si misma, como su razón de ser, pero en la misma, ya se aprecian divisisiones, mientras Torra y el Pdcat, apuestan por la via dura eslovena, Torrent y ERC, apuestan por la via escocesa.
Habrá que ver, si mientras ambas formaciones llevan a Cataluña, a su sueño independentista, y a proclamar una posible independencia, si mientras tanto, saben resolver el día a día de Cataluña. Si saben resolver , los problemas diarios de los catalanes