Los países, antiguamente bajo poder de la Corona Española, (s.XV, XVI y XVII, Flandes), fueron y tuvieron un papel muy importante dentro de la expansión colonizadora del Reino, de la que la actual Holanda era parte. No en vano, España, carecía del suficiente dinero para acometer esta operación, y, en Flandes, (Amberes, Amsterdam), había florecido una importante industria bancaria. Al respecto, cabe destacar la primera Bolsa del mundo, la de Cambistas de Amberes, y fue decisivo la colaboración de esta región, financiando expediciones españolas al Nuevo Mundo, que eran posteriormente cobradas, en forma de metales preciosos, que recorrían la Península desde Sevilla, y llegaban hasta Flandes, haciendo florecer la industria de la joyería, aún presente en esas tierras. Pero aunque Flandes, o el actual Benelux, fue decisivo para España, también España lo fué para Flandes. Cabría quitarse la idea de los judíos, como seres avaros, que creen únicamente en sacar el máximo rendimiento. Tal vez eso lo sean algunos judíos banqueros, pero a parte de los que se dedican y dedicaron a otras profesiones (médicos, psiquiatras, artistas, escritores, comerciantes, periodistas, políticos…), Flandes, o el actual Benelux, acometió en los siglos XVII, XVIII, XIX y principios del XX, un sueño colonizador, que nunca hubiese sido posible sin los negocios que se hicieron con la Corona Española. El emblema del colonialismo neerlandés, es la ciudad de New York, antigua New Amsterdam, a la que le fue injustamente cambiada el nombre, porque la presencia holandesa, no fue débil en la zona. También se colonizó el Caribe, como las Antillas neerlandesas, islas Cayman, Turcas y Caycos y Suriname. Más tarde, se acometería la colonización del África Austral junto con portugueses, y en menor medida españoles, donde se establecería un número importante de población bóer en Sudáfrica, pero también surgirían fricciones con los ingleses, que vendrían posteriormente, (guerras anglo-bóer). Durante tiempo, hubo un régimen de segregación racial o apartheid, hoy en día superado. La presencia judía en la zona, fue decisiva en el desarrollo de la industria del turismo, diamantes y oro, que todavía controlan. Posteriormente, vendrían las islas Célebes e Indonesia, donde hubo importantes relaciones comerciales gracias al tráfico de especias para la alimentación, todavía conservado hoy en día. Más reciente, y ya, en el siglo XX, y por razones coyunturales y humanitarias, se produjo la colonización del actual estado de Israel, que tras más de medio siglo de existencia, requiere en mi opinión, serias y profundas reformas estructurales y de fondo, que debieren ser acometidas cuanto antes y sin más dilaciones. Israel es una realidad, mientras que Palestina no lo es. Quizás los judíos tengan un estado, porque son mayoría democrática en él, se puede vivir, pero no en paz. Creo, que parte de las pretensiones palestinas no son descabelladas y, que su aplicación traerían mayor paz a la zona, pero también hay el obstáculo de los extremismos religiosos, que no benefician nada la actual situación. Tal vez cabría ver ésta problemática desde una perspectiva de economía de mercado, tanto en dinero, como en vidas humanas. Todos saldríamos ganando, pero Israel, a pesar de todo, es el ejemplo colonizador judío donde los judíos tienen un poder real y absoluto del medio donde viven. Por último, decir que población de religión o cultura judía, está esparcida por todo el mundo, principalmente Europa y América, siendo Europa del Este, el reto colonizador judío del siglo XXI.